Y ¿quién soy yo?

“Si el hombre sólo hablase cuando tiene algo importante que decir, la humanidad permanecería en silencio”

Me alineo con ésta frase. Por eso no me gusta hablar de mí. No soy interesante. No te haría perder el tiempo en éste apartado .
Pero en las webs hay que poner un “sobre mí” sí o sí, así que… pffff  habrá que….

Entonces… ¿quién soy yo? 

Pues… me llamo Ana. Y no. No soy dermatóloga, ni trabajo en un centro de estética, ni tengo una marca de cosméticos (todavía).

Pero soy humana y tengo mis dos metros cuadrados de piel. Así que el interés por cuidarla es lo que me ha llevado a que ahora estés aquí leyendo ésto.

Nací en el precioso noroeste de España, aunque vivo en Madrid.
Cuarenta y muchos años. Una linda familia, un gran compañero de vida, un niño precioso, una perra tonta blanca y negra, un cuerpo que me respeta en la medida en la que yo lo respeto a él. Y tantos proyectos en mi mente que voy a tener que pactar con el diablo para ver si le puedo sacar 2 o 3 vidas más de tiempo por delante…
(de paso a ver si lo convenzo para que evite que la carne de mi cara caiga hasta las mandíbulas cuan helado en pleno agosto, ¡por favor! ��).

A medida que avanzo en el tiempo, algo extraño? me esta pasando…
Estoy empezando a preocuparme por cuidarme. Mucho más que antes.

¿Mi piel? Antes me importaba un carajo mi piel. Nunca fue de buena calidad, pero yo no era ese tipo de persona a la que le encanta encerrarse en el baño poniéndose cremas y haciendo tratamientos y masajes.

Para esas cosas soy vaga por naturaleza. No va conmigo. A mi sólo el echarme una crema me daba urticaria. Por pereza.

Quién me iba a decir que ahora iba a estar haciendo una web sobre ¡¡el cuidado de la piel!!??

¿¿yo??

Madre mía…nunca digas de éste agua no beberé ni una faja jamás me pondré.

Porque, ¿sabes qué pasa?.

Que llegas a ésta edad en la que empiezan a notarse los primeros efectos del envejecimiento y ahí te caes de la burra.

Me veo la piel descuidada, con manchas, poros dilatados, primeras arruguillas, ¡descolgamientos!, y todas esas marcas y cicatrices de acné durante prácticamente toda mi vida, y yo machacándome la cara diá si día también, sin limpiarla adecuadamente, sin echarle cremas, o al menos nada a conciencia….y entones ahora es cuando me echo las manos a la cabeza. Y pienso…

¡Qué estúpida fuí!
Tantos tantos años maltratando mi piel.

Si hubiese tenido a los 20 la conciencia que recién acabo de adquirir ahora, otro gallo hubiera cantado.

Tendría ahora una piel muchísimo mejor y menos envejecida.

No envidiaría tanto a las cabronas de JLo o Elizabeth Hurley o todas éstas que están espectaculares los 50 (que si que si, con sus retoques, ya lo sé, pero espectaculares).

¡Qué pena! Que no haya sido hasta ahora que me doy cuenta de todo ésto y empiezo a cuidarme.

¿Cómo estaría ahora si me llevase cuidando la piel desde los 20 ?

Ahora comprendo muchas cosas.
Comprendo lo importante que es la piel para tu imagen. La piel, esa cosa que parece que apenas llama la atención en el aspecto general de algo. Pero luego resulta que sí. Que es tu “lienzo”, y si tu liezno está bien cuidado, limpio, tono neutro, hidratado…te aporta un glow extra que no se aprecia de primeras, pero mejora mucho tu aspecto.

Ahora empiezo a conocer por fín qué son o qué significan muchos términos que eschuchas y lees hasta la saciedad en todas partes, pero a los que no prestabas atención, como el ácido hialurónico o los radicales libres.
Ya sé por qué los antioxidantes son tan imporantes :).
Ya sé por qué el Retinol es una de las estrellas de la cosmética.

Ya salí de la caverna. ¡Se me hizo la luz!

Y quiero avisarte a tí, avisar a todo el mundo, ¡no pierdas el tiempo! La piel sí es importante. Sí contribuye a tu imagen. Si es bonito tenerla sana.

Y sí es bonito llegar a los 50 con una piel hidratada, nutrida, y protegida de las manchas.

No cometas mi error y cuídate desde cuanto antes.

Y si ya te pillo en una edad como la mía, probablemente te pase como a mí, y no tengas ni p idea de éste mundo.

Bueno, pues para eso estoy yo aquí. Para mostrarte que ya somos dos, e ir dejando miguitas del camino que estoy recorriendo ahora mismo.

Y que te cuento de forma desenfadada, a mi manera, sin alardear de nada, pero tampoco quitándo valor a lo que voy aprendiendo.

Aprende los términos conmigo, las rutinas, los primeros pasos.

Gracias por todo, y espero que ésto te sea útil primero, y divertido después :P.