Sobre mí

Déjame ver si adivino.

Llevas toda la vida pasando 3 pueblos de cuidarte. O al menos de cuidar tu piel. Eres de esas personas que no emplean demasiado tiempo de su día en cosas púramente estéticas y tal y como estabas era lo suficientemente bueno para tí como para no esforzarte mucho más en cuidarte.

Y así fueron pasando los años. Hasta que un día una de esas personas que por alguna razón no pueden tener su boquita cerrada, te hizo algún comentario “perla” sobre tu acné, o las marcas de tu piel. O viste al alguien de tu edad que está estupenda y empezaste a reflexionar sobre que igual te merece la pena el esfuerzo de cuidarte un poco.

O llegaste a los 40 (¡o a los 50!) y empiezas a verte la cara muy “ajada”, y te dices…jo, pues la verdad es que igual es el momento de empezar a tomarme ésto en serio y cuidarme un poco más.

O quizás eres jovencita (/ito) y precavida, y sabes que éstas cosas de cuidarse, cuanto antes mejor.

Sea por lo que sea que haya sido (XP), ahora estás aquí leyendo sobre Retinol. Y dado que has pinchado en ese título, deduzco que sabes de poco, a nada sobre el tema.

Pues mira, ya somos dos.

Lo mío empezó como hace unos 3 meses. Una amiga mía que trabaja en un centro de estética, cuando le comenté mi inquietud con los “temas” de mi cara, me djio: << a tí lo que te hace falta es retinol para unificarte el tono>>.

Y yo me dije << reti qué??>>, pero me quedé con la copla.

Y ahora, empezando a investigar sobre eso, estoy empezando a obtener una buena información que me gustaría dejar aquí para tí también y para todas las que, en ésto de la cosmética, parece que hemos nacido ayer.

Y además, como a mí la paja sólo me gusta en el campo o en la jaula del conejo, intentaré liberar éste contenido de paja e ir al grano con la info, tratando de ponerla de la forma que sea más rápida y fácil de asimilar.

`¡Vamos al tema!